El vómito cubre el suelo, y aqui estoy yo, sin pensar en nada. Es agradable la sensación. Mi mente está más limpia, más vacia y no se, ni me importa, que es lo siguiente que se creará a su alrededor. La dejaré volar en espera que lo inesperado acontezca, pues nuevos días se plantan ante mi y no tengo ninguna idea para ellos.
Empezaré por hoy, no hay mas remedio, y empezaré ahora, pues la mañana nunca me gustó para escribir…